jueves, 21 de julio de 2011

[ Siguiendo el rastro...

...de esos maltratos que dejan huellas ]

Resbala por el viento la hoja de la libertad
que atrapa en sus adentros los gritos de espontaneidad.

Escribo bajo lo inverósimil de la madrugada.
Converso con en el eco que se escapa y produce nauseabundas aclaraciones que yuxtaponen los sentidos de la orquesta.

La naturaleza fluye por donde no estoy.
El ser se cree superior y a cada paso demuestra ser lo peor.
Maltrata y añora caricias.
Pero aún no sé exatamente por qué surge el cariño.
Después de todo:
Si así tratamos...
en realidad ¿Si merecemos la infelicidad?

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